Después de 99 días de confinamiento lo que más deseaba era poder volver a tener la libertad de pasaear sin sentirme como un delincuente. Cogi la cámara de fotos y me recorrí Zaragoza de punta a punta. Desde Arcosur a Juslibol y de la Almozara a las Fuentes. Este es un pequeño resumen de las cientos de fotografías que hice redescubriendo la arquitectura de nuestra ciudad, como decía mi padre, a » golpe de calcetín «.
Como suelo hacer normalmente, el soporte de las obras es reciclado. Bien por medio de donaciones de amigos que iban a tirar los marcos o directamente cogidos de la basura. Es mi pequeño granito de contribución a la cultura de la reutilización de materiales tan necesaria para poder crear un mundo mejor para todos.