Mujeres Ilustres Aragonesas

La gran pianista zaragozana desarrolló una ingente actividad concertística desde que debutó a los cinco años. Siempre atenta a las partituras de sus contemporáneos, coincidió con García Lorca o Pepín Bello en la Residencia de Estudiantes. Célebres eran las largas veladas musicales en su casa.

Después de estudiar magisterio, fué la segunda mujer en licenciarse en medicina en Zaragoza, con matrícula en todas las asignaturas. Centró su actividad en las clases más desfavorecidas y, muy especialmente, en la educación sexual de las mujeres.

¿Alguna vez te has pregutnado por qué Zaragoza es cuna de tantos y tan buenos bailarines de clásica? Desde Víctor Ullate y Ana Laguna hasta Arantxa Argüelles y Gonzalo Portero, todos han pasado por el estudio que fundó en la ciudad en 1954 esta gran dama de danza.

Primera botánica española, recolectó y catalogó numerosas especies de la flora aragonesa, algunas por primera vez, como una flor que nace entre las piedras y a la que nadie había prestado atención antes. También cultivó la poesía.

Escritora ilustrada, traductora y ensayista, centró buena parte de su producción en defender la capacidad de las mujeres en actividades intelectuales, políticas y de gestión. Primera mujer que ingresó en la Sociedad Económica Aragonesa.

Cantante y actriz, fué la artista española de mayor éxito internacional en el primer tercio del siglo XX. Gracias a su belleza, elegancia y talento superó en popularidad e ingresos durante años a nombres como Carlos Gardel o Maurice Chevalier, que se dice pronto.

Escritora, docente, primera alcaldesa de la República, autodidacta, voluntad indomable, tenacidad ejemplar, clarísima percepción de los problemas, voz fundamental en la lucha por la igualdad de género y el progreso. Murió fusilada por las tropas golpistas.

Soprano nacida en El Gancho, fué durante treinta años la estrella del Teatro de la Ópera de Berlín. Sus primeras actuaciones, tras una infancia nada fácil, fueron en salas como Ambos Mundos, Oasis o Argensola, donde empezó a dejar constancia de su prodigiosa voz. Muchos aún la recuerdan como pregonera de las Fiestas del Pilar de 1991.

Llevó la lectura y los libros a miles de pueblos y aldeas a través de Misiones Pedagógicas. Expedientada y degradada tras la guerra civil, escribió sola, en su casa, ficha a ficha, palabra a palabra, el diccionario más completo y más útil de la lengua castellana.

Heridos o muertos los defensores de la llamada puerta del Portillo, con las tropas francesas a punto de tomarla al asalto, Agustina, que llevaba la comida a su marido artillero, forzó la retirada del enemigo de un cañonazo que la ha convertido en la más popular entre los héroes y heroínas de los Sitios de Zaragoza.

Debutó en Nápoles con 16 años y fué una de las grandes sopranos de su época, con una brillante carrera en los principales teatros de Europa y América, aunque hoy se la recuerda más como maestra de María Callas.

Escritora que pasó casi toda su vida entre los muros del monasterio de Casbas, donde adquiró una profunda formación humanística y desde el que se carteó con los principales eruditos aragoneses de la época. En alguno de sus poemas empleó la lengua aragonesa.

«La pintura es mi modo de vida», ha dicho alguna vez esta gran retratista de fecunda actividad creativa. Sus más de cuatro mil retratos cuelgan de las paredes de palacios, casas presidenciales, ministerios, instituciones y museos europeos y americanos.